jueves, 12 de enero de 2012

Irréversible

TÍTULO ORIGINALIrréversible
AÑO2002
DURACIÓN99 min
PAÍS
DIRECTORGaspar Noé
GUIÓNGaspar Noé
MÚSICAThomas Bangalter
FOTOGRAFÍAGaspar Noé
REPARTOMonica BellucciVincent CasselAlbert DupontelPhilippe NahonJo PrestiaStéphane DrouotMourad KhimaJean-Louis Costes
PRODUCTORANord-Ouest Productions / Eskwad / 120 Films / Les Cinemas de la zone / Studiocanal
PREMIOS2002: Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro (mejor película)
GÉNERODrama | Película de cultoAbusos sexuales










Han pasado ya 11 años desde 2001, fecha que señala el principio de un nuevo milenio,  fecha en la que el futurista Stanley Kubrick con colaboración de Arthur C. Clarke pensaban serviría para sacudir a toda una especie manipulada por la apatía de la tecnología. Sin embargo, parece que el golpe del tiempo no ha sido demasiado fuerte y la enigmática computadora HAL 9000 todavía sigue leyéndonos los labios.
En  el año 2002, sin lugar a dudas el director argentino Gaspar Noé  en la parte final  de Irréversible  hace  un magnifico tributo  a 2001: Odisea en el espacio;   Sentada sobre la cama desea ser madre, en la pared justo arriba de la cabecera de esa cama, un afiche; el afiche  de la película de Kubrick. La cámara  de Noé hace  un repetido till Down-Up  sobre esta imagen y el vientre, en el afiche el rostro de un ser pequeño que nos mira. 
Noé  encuentra en Monica Bellucci  el vientre de la humanidad y  al  hijo extraterrestre  de Kubrick. Por  lo anterior,  “Cinematiné” confirma   que:  “ Ya sabemos  quien es  tu   madre”.



Si Kubrick  tenia dentro de su proyecto en 2001 la posibilidad de contemplar la tierra desde fuera, es decir, sacar la cámara más allá de la atmósfera terrestre y ver nuestro planeta desde una perspectiva nueva, para hacerse una  inesperada pregunta: ¿ Cual es el lugar  que le corresponde al ser humano en el universo? así mismo Noé  intentará responder  a esa pregunta en Irréversible, evidenciando nuevamente la noción del tiempo, y la perdida de éste como la  no conciencia del periodo que transcurre  entre estados diferentes  de materia  ó entre planos y secuencias cinematográficas; Irréversible no muestra un experimento, sino  mas bien una posición del director frente a un cine sin corte, un cine de una sola secuencia, una búsqueda de una imagen fluida que se revela como conjunto desde el principio hasta el final del film, la cámara de Noé  tantea sobre su hombro lo que en su mas reciente película Enter the Void, 2009 termina siendo ya un exceso, además subjetivado; pues de manera magistral nos sitúa durante todo el tiempo en los ojos del protagonista, somos algo  que se mueve de manera indiscriminada sobre múltiples escenografías, superficies, cuerpos, temperaturas. Así de arriesgado se nos presenta siempre Noé.

Irréversible enfrenta  desde todos los ámbitos  al espectador; unas imágenes que quieren salir de la pantalla modificando el espacio real, sonidos agudos casi imperceptibles, largas secuencias de cámara inquieta,  un juego con la línea de horizonte y  un extravió de la gravedad  nos plantean una forma del caos.  Somos cómplices de unos hechos en retroceso,  guardando imágenes que los protagonistas no saben, sabemos de un futuro que ya fue pasado, sufrimos los acontecimientos que los  protagonistas  no esperan, limitados a una forma narrativa que revela en un  sublime final una muerte anunciada.

El cine de Noe al igual que  Michel Haneke ( con inmensas diferencias estéticas ) no centra sus imágenes en detallar una historia, sino  mas bien en encontrar un manifiesto-filme que les ayude a traspasar  y poner en imágenes una postura social.
No quiero engrandecer a un director que me ha mostrado cosas que no había visto antes, sino mas bien sentar un precedente de lo importante que se vuelve, mas allá de cualquier reacción primaria de clasificar una película como “ buena” ó “mala”, un riesgo que se corre al estar  condicionado a una realidad  feroz, en donde un director/autor hace  visible lo que mas difícil es ver; de  una manera descarada acercar la cámara al calor de la acción  y sitúarla al nivel de lo que se esta filmando, como si ésta se creyera la mentira.
Un autor busca algo, algunas veces se vuelve obvió,  otras no tanto y sin embargo esa búsqueda sigue ahí, tratándose de unir con la imagen que viene para formar una frase que se repite no como en Noé “ El tiempo lo destruye todo” sino mas bien: El tiempo lo cambia todo, me pregunto entonces que será de esta película dentro de unos años, tal vez 33 años después, como paso con en el 2001 con  los innumerables cinéfilos que  conmemoraron este año mágico con  los ojos de Kubrick,  o como nos paso a nosotros 43 años después de su inauguración, con ojos llenos ganas de emprender nuestro primer Ultimo viaje.






Juan Moreno

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