domingo, 11 de marzo de 2012

El Espiritu de la Colmena

TÍTULO ORIGINAL El espíritu de la colmena
AÑO 1973
DURACIÓN
       
94 min.
PAÍS
DIRECTOR Víctor Erice
GUIÓN Ángel Fernández Santos & Víctor Erice
MÚSICA Luis de Pablo
FOTOGRAFÍA Luis Cuadrado
REPARTO Ana Torrent, Fernando Fernán-Gómez, Isabel Tellería, Teresa Gimpera, Laly Soldevilla, José Villasante
PRODUCTORA Elías Querejeta P.C.
PREMIOS 1973: San Sebastián: Concha de Oro
















El Espíritu de la Colmena, es la opera prima del director español Víctor Erice, realizada en 1973 es considerada una de las obras más importantes en la historia cinematográfica de España, Erice  a pesar de su poca producción de largometrajes (ha realizado únicamente 3, durante su largos años en el mundo cinematográfico, “El Espíritu de la Colmena”, “El Sur”, y “El Sol del Membrillo”), es reconocido en España y en el mundo entero la calidad, belleza y profundidad de sus obras que  se han  caracterizado por ser muy personales e intimas, donde la camara estática, las prologandas secuencias con pocos movimientos, las imágenes y los escenarios hablan por sí mismos sin necesidad de grandes acciones  y sobrando casi cualquier movimiento o dialogo,  y en el caso de El Espíritu de la Colmena,  por paisajes desiertos con una nube de nostalgia y melancolía, los tonos mieles y barrocos del interior de la casa y de los paisajes transportan al espectador a un estado difícil de explicar, donde llenan la mente del espectador de  dudas sobre la infancia propia, y sobre lo que pasa por la mente de estas dos infantes que comienzan a ver en el mundo historias nuevas que confunden entre sus juegos y la realidad. Erice, las imagenes de gran belleza, y  sus personajes (cuyos nombres son los nombres reales de quienes los representan), logran generar en el espectador de un vacío, desconcierto, inquietud y fascinación frente al mundo real y a la imaginación, y sobre la influencia  de las imágenes y palabras recibidas afectan la visión y apreciación que se tendrá luego del mundo.

Todo comienza con una imagen, con una historia, una película. El cine ha llegado, y Ana e Isabel se encuentran con los demás niños del pueblo viendo la primera función que allí se realiza, una función improvisada, una sorpresa para los espectadores de ella, la película que se proyecta es “El Doctor Frankestein”,  Ana se encuentra fascinada,encantada, no comprende que es lo que allí acaba de suceder, es este su primer acercamiento con lo desconocido e incomprensible. Isabel y Ana viven en una gran casa coloreada de tonos miel, con sus padres, Teresa y Fernando, un par de fantasmas agobiados y ahogados por la melancolía y la nostalgia  que ha quedado  en ellos  después de la guerra. Isabel, que es la mayor de ambas, juega con su imaginación y con la de su pequeña hermana, y le cuenta  que el monstruo de la pelicula es un ser real, un espíritu, que no murió en la película, que vive por ahí y que se deja ver cuándo es llamado. Isabel tiene una gran imaginación, grande y oscura, y posee de una manera infantil e inocente un instinto malvado, un poco  sádico y cruel, sentido  del que Ana carece casi totalmente, junto a Isabel vivimos momentos perturbadores, su acercamiento con la muerte es más salvaje y directo, tratando de ahogar a su gato, pintando sus labios con sangre o simulando la muerte en un juego/broma aterrador con su hermana, pero Ana se encuentra con la muerte de frente, y sin saberlo, la esperanza y la fe inocente la llevan a un encuentro inesperado, a un acercamiento con lo incierto y finalmente a la total convicción de que la realidad es su imaginación.


 Creo con gran certeza, que casi ningún ser es capaz de recordar el momento en el que perdió su inocencia, ese momento en que su entendimiento se choco con el mundo que existia  fuera de su imaginación,  aquel instante en que descubrió el mal, la amargura del mundo, la soledad, la desesperación o incluso la muerte misma, y es en  El Espíritu de la Colmena donde al ver el reflejo de la niñez que va perdiéndose sin saberse,  nos encontramos con  que Ana e Isabel son un poco todos nosotros, y comprendemos (una vez más) que, al contrario de lo que le dice Isabel a Ana,  en el cine no todo es mentira, tal vez si un truco, pero un  truco que nos  muestra y recuerda  las realidades de nuestro mundo, de nuestra vida,  para despertar en nosotros sentimientos  escondidos y olvidados.












Alejandra Jaramillo.





















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